La publicidad que vemos en televisión diariamente, no sólo es potestad de los anunciantes que quieren vender o dar a conocer sus productos comerciales a través de ella.
De igual forma, las propias Cadenas de Televisión y sus empresas filiales hacen uso de la publicidad tanto para publicitarse a si mismas, como para publicitar y dar a conocer los programas y contenidos que componen sus parrillas de programación.
Es lo que se llama la promoción y la autopromoción de la televisión, la cual, por mucho que la veamos todos los días, sufre de igual forma las vicisitudes de la crisis de ideas y de la masiva competencia.
Un buen ejemplo de promoción ocurrente y de muestra recurrente es la que hizo durante el 2002 el Canal 13, ese canal de la Televisión por Cable que ofrece, principalmente, películas y series de suspense, terror y acción.
La verdad es que únicamente con el título de la propia "promo": Hitchcock vive, el reclamo está servido para los avispados cinéfilos del Maestro de Maestros.
Y claro está que dicha "promo" hace uso de la complicidad del espectador para llegar de forma clara y directa a promocionar la colección de películas del Maestro del Suspense.
Todo sea para que no nos entre la Psicosis al ver de nuevo las bandadas de Los Pájaros que nos obligan a cometer el Crimen Perfecto.
Gracias, Alfred, por dejarnos este legado.
De igual forma, las propias Cadenas de Televisión y sus empresas filiales hacen uso de la publicidad tanto para publicitarse a si mismas, como para publicitar y dar a conocer los programas y contenidos que componen sus parrillas de programación.
Es lo que se llama la promoción y la autopromoción de la televisión, la cual, por mucho que la veamos todos los días, sufre de igual forma las vicisitudes de la crisis de ideas y de la masiva competencia.
Un buen ejemplo de promoción ocurrente y de muestra recurrente es la que hizo durante el 2002 el Canal 13, ese canal de la Televisión por Cable que ofrece, principalmente, películas y series de suspense, terror y acción.
La verdad es que únicamente con el título de la propia "promo": Hitchcock vive, el reclamo está servido para los avispados cinéfilos del Maestro de Maestros.
Y claro está que dicha "promo" hace uso de la complicidad del espectador para llegar de forma clara y directa a promocionar la colección de películas del Maestro del Suspense.
Todo sea para que no nos entre la Psicosis al ver de nuevo las bandadas de Los Pájaros que nos obligan a cometer el Crimen Perfecto.
Gracias, Alfred, por dejarnos este legado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario