De lavados de cara, nueva imagen y astenia primaveral

¿La primavera, la sangre altera? Después de una intensa semana fallera, al son de "masclets" y "castillos de fuegos artificiales", empalmando trabajo y fiesta, y las noches con sus naturales días,  he aquí la primavera. Sí, de esa que la sangre altera. Sí, de esa que con su doble rostro, produce en nuestro fisiológico organismo reacciones adversas, sensaciones dispares, alteraciones de conducta y cambios corporales.

Atrás ha quedado purificar a través del fuego lo viejo, lo reaccionariamente pasado, que se olvida con el resurgir de la traicionera temporada primaveral. Traicionera, sí, porque no se casa con nadie. Porque es capaz de hacer bullir nuestras primitivas hormonas para relacionarnos, complementarnos, reproducirnos, revolucionarnos... Pero en su doble faz, en "la cara oculta de la Luna", se encuentra la "otra realidad".

Realidad que esconde la sensación de astenia. De ausencia de iniciativa y decaimiento. Porque, como se suele decir, la Naturaleza es sabia. Sí, pero no regala nada sin obtener algo a cambio. El Sistema debe equilibrarse, "las gallinas que entran por las que salen"... El ave Fénix siempre revolotea con condiciones.

No vale decir que todo sigue igual, no. La imagen es importante, hay que cuidarla. Lavarse la cara y sentirse nuevo. Tu cuerpo, tus cosas, tu blog :), te lo agradecerán. Ya se sabe: "renovarse o morir". Pero no basta con acicalarse, desodorizarse... confiar en "la llamada de la selva". El ave Fénix debe resurgir, aunque sea provocado por la astenia creativa, la cual se mimetiza gracias al tirón publicitario de "otro", para conseguir su éxito. La emulación creativa da lugar a un álter ego de la marca, sí, pero con limitaciones. Jamás funcionaría el juego publicitario del "efecto Specs" si no existiera la comicidad aceptada por los roles sexistas del original. El verdadero "efecto Axe", que a pesar de los altibajos, continua su primigenia andadura. Esa que está retroalimentada por las fantasías sexuales y las consecuencias de los "efectos primaverales".

El juego erótico-publicitario de la astenia primaveral, realiza una doble transposición de la creatividad: es la alteración de los roles, del macho y de la hembra, convertidos en cómicos arquetipos de la sexualidad. En ese juego, las conocidas "armas de mujer" son robadas, para transponerse en cómicas "armas de hombre", que buscan la risa fácil pero que esconden la otra cara del juego sexual.
En definitiva, todo entra, en primer lugar, por los ojos. Somos así de simples, en caso contrario, no hay nada que hacer... por mucha primavera que venga.



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