La sorpresiva carrera de la pubertad en la burbuja del Social Media

Desde pequeños, tanto nuestra Sociedad como el Sistema Educativo, y después la vida laboral diaria, nos condicionan para desear y conseguir a toda costa, llegar a ser el primero en todo. Es tal la memoria histórica por esta carrera, que forma parte de la propia evolución del Ser Humano. Esa que se viene materializando desde nuestros ancestros más primitivos, cuando no éramos más que presas en medio de la Naturaleza, galopando cual galgo corredor, para salvar la vida entre las fieras...

Las cosas han cambiado, sí. De todas formas, seguimos siendo presas de nuestra propia Sociedad Tecnológica, que nos hace evolucionar hacia un mundo de Ciencia Ficción, bajo el Prisma Real de nuestras vidas. Somos, por tanto, presas de la Tecnología Digital, que como poderosa fiera de la sociedad actual, nos engulle cada vez más en nuestro día a día. Ella misma es sibilina incitadora para hacernos competidores en el uso tecnológico. Para conseguir con ello el galardón de la supuesta fama. Esa que sólo ostentaremos, si "compartimos" entre nuestro simpatizante grupo de Seguidores, el último invento publicado.

Fieras y presas llegan a convivir en el mismo "medio". Los grandes Medios de Comunicación y Ocio, "fieras" que compiten entre sí a cada hora, para ser los primeros en publicar "la noticia". Versus usuarios de a pie y consumidores, "presas" convertidas en fieras por un día, gracias a sus tecnológicos smartphones. La lucha se debate en el tartán. Las apariencias engañan, y el más débil podría dar la sorpresa. Buen criterio y responsabilidad para publicar, son susceptibles de sacrificio en la arena. Y es que no importa "lo qué", sino "el cuándo", mal que nos pese...



Con gran ironía y acertado sentido del humor, la agencia argentina BBDO muestra en imágenes una carrera diaria por la competición entre personas y empresas. Por la competición entre Medios de Comunicación dentro de un medio Tecnológico y Digital, donde la lucha entre "el grande y el pequeño" se sufre a diario. Esa que referencia a las claras lo que ocurre a cada momento en las Redes Sociales. Esa que refleja irónicamente, cómo hay que correr para lograr "compartir lo sucedido lo último" el primero. Cómo "compartir" cualquier acontecimiento personal y social, por más nimio y absurdo que sea.

Si algo está despuntando en la carrera por la economía digitalizada en la que estamos inmersos, es la burbuja existente en las Redes Sociales y el Social Media circundante. Como ya publicara sobre el tema TICbeat (más conocida por ReadWriteWeb), "¿estamos en una época en la que los inversores pagan por usuarios y no por facturación?”. Una pregunta que se formuló primero Gplus, diseñando una infografía de lo más ilustrativa.

Sea quién sea. Y tenga la edad que tenga, el usuario tecnológico vale millones ahora. No importa lo que valdrá en dos años. No importa cuándo y cómo haga uso de sus aparatos tecnológicos. Lo que importa es que usándolos día tras día, llega a compartir productos con decenas de personas, haciendo la burbuja más atractiva. Y esas personas lo harán a su vez con otras tantas decenas, al tiempo que las decenas se convertirán en centenas, para pasar a las unidades de millar en cuestión de horas. Y así, sucesivamente...

Cierto será, por tanto, que nuestra realidad cotidiana seguirá condicionada por el aquí y ahora. Por el ímpetu al inicio de la carrera, para mostrar de la forma más rápida y "real" posible el último evento; la última foto del día; el comentario más exacerbado...

Sabiendo este potencial, la tecnología del Social Media con su burbuja imparable, nos brinda a cada momento nuevas plataformas digitales; artilugios que las complementan; fenomenales gadgets psicodélicos; o aplicaciones de lo mas 'geek' que permiten la interactividad. A través de ellas, somos capaces de mostrar nuestra "realidad reflejada" hasta en el más mínimo detalle. Pero siempre habrá que ser consciente de hasta dónde queremos llegar. Cuánto de nuestra realidad es necesario reflejar. Qué momentos de la vida son los verdaderamente necesarios, para que pasen a ser dignos de mostrar al resto del mundo.

De no ser así, la burbuja podrá llegar a ser tan bonita y gigantesca a la vista, como horrenda y frágil al tacto. Seremos nosotros mismos quienes no le permitan llegar al final de su carrera, pinchándola antes de su etapa adulta, bajo el efecto del hastío social. Y si no somos nosotros, un nuevo galgo competidor pasará a destrozarla, porque no soportará por más tiempo seguir viendo la "extremada realidad"...



2 comentarios:

Jose Jaime dijo...

Me gusta el artículo de hoy. Eso del animal competitivo, es muy cierto, y siempre que sacan algo nuevo todos nos posicionamos para empezar esa carrera.

Abrazo

ooOJotaEmeOoo dijo...

Resulta que, algunos, hasta piensan que "la carrera" es de obstáculos, y no dudan en dar dentelladas a diestro y siniestro, para conseguir antes que nadie el ansiado premio de meta: depilarse de cuerpo entero y publicarlo :D
Gracias, Jaime.
Un abrazo.