La suerte está echada... en la boca de un perro

Desde tiempos inmemoriales el ser humano se ha preguntado por el devenir de los acontecimientos. Por la continua sucesión de situaciones, coincidencias y casualidades que dan forma a nuestra vida cotidiana. Es el ánsia por querer saber, antes de que suceda, qué nos ocurrirá mañana, con quién nos tropezaremos y qué situación desencadenará todo ese proceso para mejorar nuestra vida.

En ese ánsia por querer averiguar nuestro porvenir, intentamos buscar a la suerte. Reunir toda serie de amuletos y supersticiones para aproximarnos más a ella, y "comprar" todo lo impredecible para que "esa suerte" no se aleje de nuestras vidas. Deseamos con todo ello que nuestra existencia esté plagada de comodidades, donde el trabajo ya no sea nuestra preocupación diaria.

Anhelamos que la suerte nos acompañe, para vivir desahogadamente entre algodones. Buscamos la conjunción perfecta entre la suerte y el azar, para conseguir ese dulce porvenir, o acabar sin remedio por nuestra codicia, en el más amargo de los desenlaces.
El problema sigue siendo que el ser humano, con sus millones de existencia en éste sufrido Mundo, todavía no es consciente de que la suerte no se puede buscar, sino que es ella quien te encuentra...



Los creativos neozelandeses de DDB NZ y The Sweetshop nos sorprenden esta vez con el spot 'Lucky Dog' para la "Lotto" australiana. Con su anuncio publicitario, nos regalan todo un alegato a la verdadera búsqueda de la suerte, la cual no se deja atrapar así como así, sino que es ella a su antojo quien verdaderamente te encuentra y atrapa. Aunque para ello tenga que atravesar las antípodas entre penurias y conflictos. Después, quedará en tus manos saber verla y utilizarla en consecuencia, siempre y cuando no te hayas olvidado de ella...

La cuestión a plantear viene dada cuando hace ya mucho tiempo que esa suerte nos encontró y no hemos sido capaces de apreciarla en nuestras vidas. Cuando, en realidad, ya éramos "dueños" de ella y no supimos reconocerlo. Como ese momento en el que tuvimos la suerte de encontrar a un "compañero fiel", con el que compartíamos nuestra convivencia pero no le dimos importancia.

Y es que aquí la suerte queda absolutamente representada en la figura del perro, el cual ha sido testigo en su "afortunado viaje" por el mundo, de contemplar la vida de otras gentes que viven y luchan abandonadas a su suerte. Luego entonces, ¿cuándo fue su primer "dueño" más afortunado? ¿Cuando le tocó la lotería, o cuando su perro, su verdadera suerte, supo encontrarle tras recorrer medio mundo entre viento y mareas?

Como siempre, será el ciclo de la Vida, con su continuo juego entre el azar y la suerte, quien tendrá la última palabra. Un don que, de tanto en tanto, suele otorgar a los seres más inocentes e insospechados para dar lecciones de humildad. Aquellos que sin pararse a razonar "huelen" la necesidad y las buenas intenciones allí por donde pasan. Esos "fieles compañeros" que saben mejor que nosotros que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita.

En realidad, no será entonces el hombre el verdadero afortunado, sino ese perro llamado 'Lucky' que supo encontrar al ser humano que más le necesitaba...

votar

4 comentarios:

oscar dijo...

Fantastico! sencillamente fantastico! Soy un amante de los perros (tengo 2) y me parece una historia preciosa, como supera las adversidades de su viaje para estar con su dueño.... Aunque yo fuese añadido al video, que el dueño ubiese visto como el perro se larga con el boleto, que le esta bien merecido.

Olvido dijo...

Qué buen spot, ooOJotaEmeOoo. :D Toda una odisea la este perro, portador de suerte en el sentido más literal de la palabra; es verdad, no sólo hay que tener suerte, también hay que saber ver que la tenemos.

Por cierto, que también me ha recordado a Pancho. :)

Saludos.

ooOJotaEmeOoo dijo...

Ya ves, Óscar, hay ocasiones en las que los animales demuestran tener más "sesera" que muchas personas, aunque este simpático 'Lucky' no sea más que un buen actor... ;)
En cuanto a lo que dices sobre que el dueño viera cómo se va el perro, piensa que él ya tuvo su oportunidad y no supo aprovecharla... En su pecado, está la penitencia.
Gracias por comentar. ¡Saludos!

ooOJotaEmeOoo dijo...

Ahí está el quid de la cuestión, Olvido. No basta con tener suerte o intentar conseguirla, sino en saber que ya la tenemos si nuestra vida normal cubre nuestras necesidades.
A propósito, yo también pensé con "nuestro" español 'Pancho'. Aunque es justo añadir que éste colega suyo neozelandés es un poquito más noble, ya que él no se escapa a "vivir como un rey" con el dinero, sino que lo comparte con su nuevo amo... ;)
¡Un beso!