Reza un dicho que "Nadie es profeta en su tierra". Es algo que conocía bien Jacinto Molina Álvarez, más conocido como Paul Naschy, el Hombre Lobo español. Y es que el guionista Jacinto Molina se hizo famoso por su nombre artístico Paul, el cual le impuso el distribuidor alemán de su primera película como guionista y actor en 1968 , "La marca del Hombre Lobo". Un cambio del que nunca se arrepintió. Ahora, tras una larga enfermedad que consiguió arrebatar la vida de Jacinto, Paul seguirá siendo inmortal gracias a la magia del celuloide.
Porque Paul Naschy es uno de los referentes a seguir por millones de cinéfilos entusiastas del "Fantaterror", subgénero fantástico y de terror, que la serie B de los grandes estudios en los años '60 y '70, hizo resurgir en una nueva "parada de los monstruos" heredada de los años '30 y '40.
Qué duda cabe que Paul Naschy forma parte indiscutible de la Historia del Cine con su trabajo como actor, guionista y director del género, al que se le llegó a acuñar con el apelativo del "Lon Chaney" español, el hombre de las mil caras. Interpretó todo tipo de papeles terroríficos: el conde Drácula, la Momia; a jorobados, zombies y demonios. Pero el personaje que más fama le otorgó fue el de Waldemar, el Hombre Lobo. 14 veces interpretado. El mismo Paul diría de su personaje: "Me fascina, es un monstruo muy humano y fatalista".
"La noche de Walpurgis" (1971) es una de las películas del género más famosas de la Historia del Cine, donde Hombre Lobo y Vampiresas se dan cita en una misma "parada de monstruos erótico festiva". Pero es que le siguieron muchas otras en las que el género se reconvirtió en difusión total de entretenimiento cinematográfico. Y es que el "Fantaterror" de Paul Naschy consiguió que temas que rozaban lo macabro o desagradable, protagonizados por monstruos de leyenda atacados por la crueldad del Hombre, se encontraran bajo un halo de erotismo que envolvía toda la historia. Así, el Hombre Lobo pasaba a ser la representación de la Bestia del Hombre surgiendo de sus entrañas, por no poder soportar el lunático amor de una mujer.
Sin duda, me quedo con esta frase de Paul Naschy que resume claramente su trabajo, y el porqué de especializarse en este género: "Me gusta el cine para soñar y ejercitar la imaginación, no para revivir los problemas diarios".
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