'Power', o el doble filo de la espada de Damocles

La Espada de Damocles - Félix Auvray (óleo, 1831 d.C.)

"...Cuando el impío ve la espada desnuda pendiente sobre su cabeza, ni los manjares más delicados de Sicilia excitarán su apetito, ni el canto de las aves o la armonía de la lira le conciliarán el sueño. El apacible sueño no desdeña las humildes casas de los hombres del campo, ni las márgenes del arroyo que corre a la sombra de los álamos, ni los amenos valles en que juegan los suaves cefirillos..."
Horacio: Odas: Libro III: Oda 1. (Año 23 a.C.)

El Poder. Ese dominio imperial que anhela poseer el mandato sobre los demás y acaparar toda la atención hasta la saciedad mortal. Esa fuerza, vigor y capacidad que hace peligrosos pactos con cada uno de los 7 pecados capitales, corrompiendo las conciencias y olvidando la cautela.
El deseo de poder, que aparece de forma innata en la débil mente del ser humano, quien anhela ser superior a los demás y controlarlos a todos... Algo que jamás podrá conseguir. Algo que jamás conseguirá finalizar a través de buen fin. Y es que el Poder se va tan rápido como vino. Y es que el Poder se quita tan rápido como se otorgó... Como la vida misma, la cual con su doble filo, se burla del tirano con su propia espada.

'Power', el vídeo musical protagonizado por el cantante y productor estadounidense Kanye West este agosto de 2010. Se trata de toda una filigrana audiovisual que interpela al espectador a través de la mirada fija de un supuesto tirano. El cual, mostrando su efímero poder, controla a ninfas, vasallos y doncellas para su disfrute y deleite. En un lugar recio, donde las columnatas se impregnan del pecado, las ánsias de poder y conquistas se vuelven contra él para acabar con su vida, la cual se cernía ya voluble bajo espada de Damocles. 

El responsable de toda esta elucubración visual ha sido Marco Brambilla, quien definió su obra no como un vídeo, sino como una "moving Painting". Dejándose inspirar por los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, ha recreado una situación imaginaria basada en absoluta realidad histórica.  El uso extremo de la cámara lenta, confieren a la 'vídeo creación' un halo de atracción inusitada, rota por la continuidad de sus planos cuando entran al detalle.
Brambilla es un destacado creador audiovisual italiano afincado entre Los Ángeles y Nueva York, al que le gusta jugar con las dobles intenciones y el neoclasicismo más contemporáneo, valga la gracia. Según comentara el propio Kanye West, éste quiso que Brambilla pusiera imágenes a su música despues de haber visto su "megaplex" 'Civilization'.

Es precisamente 'Civilization' la obra más famosa de Brambilla, la cual puede admirarse en 'The Standard Hotel' de Nueva York. Para ello, no tienes más que hacer uso de los ascensores del hotel  y poder así contemplar toda una cascada audiovisual, ya sea mientras asciendes hasta los cielos, ya sea mientras te sumerges en el más abrasador de los infiernos...



La cuestión es que Brambilla confesó que su obra estaba inspirada en el neoclasicismo más tentador y surrealista. No hay más que aguzar el ojo, y fijarse en los diferentes "planos visuales en movimiento" de 'Civilization', para discernir entre sus cielos y sus infiernos planos del cine mudo y contemporáneo e, incluso, clarísimas influencias dalinianas, ostentosas del más puro surrealismo. Al mismo tiempo, en la claridad con la que podemos contemplar esos estadios celestiales e infernales, se encuentra entremezclada y referenciada "La Divina Comedia", de Dante Alighieri, y el más famoso de sus infiernos.

La pregunta a plantear sería la del curioso nombre que titula la obra, 'Civilización', para representar al cielo y al infierno de los que somos únicos responsables. Una civilización creada por el Hombre tan beneficiosa como perjudicial, donde nosotros con nuestros actos a lo largo de la Historia, hemos sido los únicos culpables de la coexistencia de "ambos mundos" como uno solo. Cielo e Infierno se dan la mano en nuestro día a día, para bien o para mal... Esa es nuestra "civilización".

Con todo ello, la figura de Kanye West, (al que le gusta tocar diferentes palos, como el Rap, Hip-Hop, R&B y Trip-Hop), resulta completamente circunstancial. Porque es tal la fuerza visual de las imágenes de Brambilla, que los cantos tribales que amenizan a la canción 'Power', se quedan en poco más que acompañamiento al protagonismo pictórico-videográfico.

La irrupción de 'Power' en el panorama "pictórico-musical", viene dada poco después de la polémica que ya suscitara el propio West con su negativa crítica hacia las Redes Sociales actuales. Y más concretamente hacia el propio Twitter. Claro está que siempre "por la boca muere el pez", o mejor deberíamos decir, "por el pico tanto se pía como se come el alpiste", dado el caso. Ya que "rectificar es de sabios", a día de hoy el que renegaba de "silbidos" y "piadas" twitteras para acercarse a los demás, cuenta ahora con más de 637.000 seguidores... El problema sigue siendo que él no sigue a nadie.

Al igual que las espadas, el "poder" otorgado por el pueblo, por los fieles 'fans' de un líder musical, se caracteriza por su doble filo. Por la facultad verdaderamente poderosa de otorgar, por un lado el liderazgo, y por otro la de cercenar de un sólo sablazo ese "poder" que ostentabas, si no sabes correspoder a las masas.

Así, la propia espada que se cierne sobre el hipotético tirano West, se volvería en contra suya, como ya nos contaran Cicerón, el romano y Horacio, el poeta, con aquella leyenda de la Grecia antigua. Que narraba la prueba del tirano Dionisio de Siracusa, quien quiso ceder su poder por un día al adulador  cortesano Damocles. Astutamente, Damocles renegó a tiempo del efímero poder, al comprobar en carnes que al tirano no le acompaña mayor felicidad que la de una incertidumbre: la de si mañana podrá seguir viviendo, o sucumbirá sin remedio en el más dantesco de los infiernos...

"...Y nos marchamos con tan fiel escolta
por la ribera del bullir rojizo,
donde mucho gritaban los que hervían.
Gente vi sumergida hasta las cejas,
y el gran centauro dijo: "Son tiranos
que vivieron de sangre y de rapiña:
lloran aquí sus daños despiadados;
está Alejandro, y el feroz Dionisio
que a Sicilia causó tiempos penosos.
Y aquella frente de tan negro pelo,
es Azolino; y aquel otro rubio,
es Opizzo de Este, que de veras
fue muerto por su hijastro allá en el mundo".
Me volví hacia el poeta y él me dijo:
"Ahora este es el primero, y yo el segundo"..."

Dante Alighieri: La Divina Comedia: Infierno: Canto XII. (1304-1308 d.C.)